Y nuestro cariño, yo sé que ha partido; por las calles triste, que van al olvido; cuando me doy cuenta, que ya eres ajena, yo tengo una pena, yo, yo tengo una pena, porque sé...
Amado mío, como te siento, entrelazado a mi cuerpo como enredadera. Amado mío, como te siento, entrelazado a mi cuerpo como enredadera, si son tus besos, cual campanilla.
Acaso no comprendes que eres mi adoración, daría yo mi vida, también mi corazón, la sangre de mis venas, también te la daré, con tal que te convenzas que siempre te amare.
Con sangre de mis venas, te marcare la frente, para que te respeten, aun con la mirada y sepan que tu eres, mi propiedad privada, que no se atreva nadie
Llevando a un pobre niño, sujeto de la mano, se presento al sargento, un hombre en el cuartel. El mundo está perdido, le dijo acalorado, le traigo este muchacho, tan chico y por ladrón.