Principio de no intervención: Spencer pensaba que su teoría sociológica, debería demostrar que el hombre no debe intervenir arbitrariamente en el proceso natural de la sociedad. Señalaba que la naturaleza, a través del progreso sucesivo de la sociedad brindaría al hombre una sociedad mejor y libre de coacción.
Spencer estaba en contra de la distorsión de las variables naturales que lo hacían según él evolucionar; también estaba en contra de la intervención del gobierno en los asuntos sociales. Fue partidario del Laissez Faire.
Método: Según propias palabras de Spencer, el método usado debe ser el de inspección, «por ella conoceremos las relaciones de coexistencia y sucesión en que los fenómenos sociales están unos con otros. Comparando sociedades de diferentes tipos y sociedades en diferentes fases, debemos averiguar qué rasgos de tamaño, estructura, funciones, aparecen asociados entre sí«.
El autor decía emplear el método comparativo y funcional, pero en realidad Spencer procedía por deducción para encontrar sus leyes sociológicas. Metodológicamente tenía tremendas contradicciones por lo que se lo ha criticado bastante, ya que la deducción no es un buen método de análisis para las ciencias sociales.
Deficiencias del autor: Spencer tuvo tremendas contradicciones para construir su teoría sociológica.
Era individualista lo que lo hacía entrar en contradicción con su ley de la analogía orgánica, difícil de conciliar con su organicismo.
Llegó incluso a negar el uso de su analogía orgánica, diciendo a sus detractores: «He usado las analogías, pero sólo como andamiaje que me ayudará a construir un cuerpo coherente de inducción sociológica”. Fue en definitivo prisionero del fantasma que había construido.
Su ley de la evolución es una ley cósmica, su teoría en consecuencia, es esencialmente filosófica y no sociológica.
La filosofía de Spencer era una sublimación de la física de su tiempo. Su teoría respondió a dos necesidades de su tiempo: Primero, el deseo de unificar el conocimiento; y, segundo, la necesidad de justificar científicamente el principio del Laissez Faire, nota dominante en el clima ideológico de aquel tiempo.