Y después vendrás a mí, pidiéndome perdón, pero ya mi corazón no se acuerda más de ti, lloraras y lloraras, sin nadie que te consuele, así te darás tu cuenta, que si te engañan duele.
Esa mata nace en el monte, esa mata tiene un poder y esa mata es, siguaraya, y esa mata es siguaraya. Siguaraya que va, que va, con permiso no va a tumbar.