Presidencialismo moderado y gobierno de coalición. Emergencia y fracaso de una experiencia inédita

Este ensayo presenta la evolución reciente del sistema presidencial en el Paraguay en cuyo marco institucional se desarrolla con dificultades y luego se estanca, el proceso de transición democrática iniciado en 1989 con el golpe militar que derrocó al dictador Stroessner y emerge, en marzo de 1999 y fracasa, el primer gobierno de coalición pluripartidista en medio siglo.

Más concretamente, se analizan las nuevas formas de ejercicio del gobierno presidencial durante la década de los noventa, con la acotación de los poderes del presidente de la república, principalmente a partir de las reformas institucionales (constitucional y electoral) y su incidencia en la transformación gradual del sistema de partidos, en la creciente competitividad que adquieren los procesos electorales, y la consiguiente pérdida de la histórica hegemonía parlamentaria del oficialista Partido Colorado.

Es posible distinguir dos etapas históricas en la evolución del presidencialismo paraguayo contemporáneo. Por un lado, la presidencia autoritaria del general Stroessner (1954-1989) bajo la cual se tuvo un gobierno dictatorial de hecho. Por otro lado, el presidencialismo moderado hacia el que evoluciona el régimen de gobierno desde los primeros años de la transición a la democracia y de manera más dinámica, a partir de la reforma constitucional de 1992 y de los sucesivos cambios en el sistema electoral y en la naturaleza del sistema de partidos.

Como hipótesis central se plantea que el tradicional presidencialismo autoritario paraguayo, basado en un sistema bipartidista con un partido hegemónico y excluyente (1), ha empezado a entrar en crisis y a debilitarse (2) en la medida del avance del proceso de transición a la democracia iniciado en 1989, dando paso en forma gradual a un régimen de gobierno que puede ser caracterizado como un presidencialismo atenuado combinado con un pluralismo moderado (3) en el que coexisten tres partidos relevantes, pero uno sigue siendo el predominante, en el marco de un sistema electoral más competitivo.

El nuevo marco constitucional en conjunción con los cambios graduales en el sistema electoral (fundamentalmente la introducción del sistema de representación proporcional D’Hont para la distribución de bancas en los cuerpos colegiados, la incorporación de las candidaturas -luego movimientos- independientes) y las nuevas tendencias a la fragmentación en el sistema de partidos en el Paraguay, fue produciendo en forma paulatina modificaciones importantes en el funcionamiento real del sistema presidencial de gobierno y en los procesos y resultados electorales de la transición, incidiendo a su vez en la praxis de los actores políticos.

En síntesis, tres tendencias se observan en el escenario político nacional en los años noventa:

  1. La democratización del ejercicio del gobierno presidencial, por la desconcentración constitucional del poder del presidente de la República y un mayor equilibrio en la relación de los poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La gobernabilidad estuvo condicionada desde 1993 principalmente por la capacidad de la Presidencia de establecer puentes de diálogo y escenarios de negociación con las diferentes fuerzas políticas en las cámaras del Congreso.
  2. Lo anterior lleva a su vez a una creciente necesidad de búsqueda de coordinación interpoderes para facilitar el proceso y la eficacia gubernativa y asegurar la gobernabilidad, a partir de la pérdida de la antigua mayoría absoluta y disciplinada en ambas cámaras del Congreso por el partido de gobierno, ya sea por el control de la oposición del órgano legislativo (periodo 1993-1998), ya sea por la división de las bancadas oficialistas en las cámaras legislativas como reflejo de los conflictos interno partidarios (1993-1998/1998-2003).
  3. Se afirma la tendencia hacia un escenario político caracterizado por la búsqueda de consensos entre los actores políticos parlamentarios, ya sea para competir por el poder, ya sea para gobernar. Los intentos y concreciones de pactos, acuerdos o coaliciones interpartidarios, en el ámbito de la oposición o, entre el partido de gobierno y los partidos de oposición han marcado el proceso político, principalmente desde 1993 bajo la gestión gubernativa de Juan Carlos Wasmosy. (Págs. 1-2)

Este ensayo presenta la evolución reciente del sistema presidencial en el Paraguay en cuyo marco institucional se desarrolla con dificultades y luego se estanca, el proceso de transición democrática iniciado en 1989 con el golpe militar que derrocó al dictador Stroessner y emerge en marzo de 1999 y fracasa, el primer gobierno de coalición pluripartidista en medio siglo.

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