Paro, propaganda y protesta ciudadana

El paro nacional convocado para el 9 de Julio de 2008, ha generado reacciones diversas por parte del gobierno aprista. Con todo derecho sus miembros han salido a las calles y los medios para argumentar en contra de la medida de protesta. Aunque valgan verdades los argumentos o los interlocutores dejan mucho. Aquí algunos ejemplos:

NO AL PARO, NO A LA VIOLENCIA: Es decir, quien está al favor del paro ¿es violento?, resulta que para esa jornada los peruanos nos dividiremos —otra vez— entre violentos que paran y patriotas que trabajan.

Es cierto, en Moquegua hubo violencia, toma de puentes, etc., pero ese acto nos puede llevar a la conclusión de que todo aquel que protesta en contra del gobierno es “violento”, creo que no, podemos disentir, protestar, sin violar los derechos de los otros ciudadanos.

Aquí el gobierno tiene un punto a su favor, por que la ciudadanía puede apoyar una protesta, pero es muy sensible a los actos de violencia en la que caen los grupos protestantes. Esta situación es resultado de las protestas recientes en el Perú, en la cual, los protestantes han exageran la “dosis” de violencia, —llegando al vandalismo—deslegitimando sus actos frente a la opinión pública.

EL PARO ES POLÍTICO: ¿Qué medida de protesta no tiene una intención política? Ya se olvidaron que Alan García, juntamente con la dirigencia de la CGTP marcharon por las calles de Lima en un acto de protesta contra el gobierno de Alejandro Toledo.

¿Eso no fue un acto político? O mejor, cuando los apristas están en oposición y apoyan huelgas son actos meramente gremiales, nada políticos; pero cuando están en el gobierno, los grupos gremiales son “terroristas” y sus actos son políticos. En suma, una confusión conceptual.

Las huelgas, paro, plantones entre otros actos, tienen connotación política por definición, ya que sus actores buscan una acción del órgano de gobierno involucrado sobre la situación problemática.

MONTESINOS ES VOCERO DEL GOBIERNO: Un spot muestra a Vladimiro Montesinos sosteniendo que el SUTEP nunca hizo una huelga al gobierno de Alberto Fujimori, por lo que, se afirma que estuvieron: “Ocultos en la dictadura”. Y como ahora hay democracia se envalentan y hacen huelgas al gobierno aprista. El vocero no es la persona más calificada para hacer “notar” ese hecho; o es que ¿El gobierno cree que Montesinos tiene credibilidad ante la opinión pública?

El spot de 20 segundos omite que el gobierno de Fujimori era un gobierno autoritario y no sólo el SUTEP sino casi todos los sindicatos, gremios y partidos políticos perdieron toda influencia y presencia pública y mediática. El gobierno sostiene que ellos no lo han preparado y emitido, sino el Partido Aprista; ese argumento no refuta el hecho que se utiliza a Montesinos como vocero a favor del gobierno y en contra del paro. ¿O sí? Ver el vídeo.

Evidentemente, estos ejemplos muestran las armas propagandísticas del gobierno en el marco de la lucha política por atenuar los efectos de la huelga convocada, los grupos convocantes a la manifestación hacen lo mismo al resaltar los errores gubernamentales o las promesas incumplidas por el gobierno aprista.

Al empezar el tercer año de mandato, es evidente que esta medida de fuerza puede ser el punto de quiebre de la relación entre la tímida oposición que hoy se organiza en torno a la huelga y el gobierno que a pesar de tener una aprobación promedio del 30 por ciento, no es capaz de generar confianza en la ciudadanía.

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