Este libro presenta un informe provisional sobre una empresa intelectual que todavía continúa. La empresa se propone llegar a desarrollar una teoría de la política, Tanto nacional como internacional. Se diferencia de la historia de las ideas políticas pasadas, más o menos como la búsqueda de una teoría económica adecuada. Se diferencia del estudio de la historia del pensamiento económico.
Tal teoría debería desarrollar conceptos y modelos analíticos apropiados, para ayudar a la economía y a la capacidad de nuestro pensamiento acerca de la política.
Tendría que mostrar cuales hechos pueden ser más importantes, y ayudarnos a ordenarlos en contextos significativos. Debería indicar la tendencia probable de los desarrollos políticos futuros. (si es que continúan las políticas presentes) y señalar las consecuencias probables de determinadas acciones o decisiones políticas, a la vez que permitirnos evaluar la significación de instituciones particulares, y de las pautas reales de comportamiento político, que pueden diferir muchísimo de lo que las leyes e instituciones formales nos harían esperar. En síntesis, tendría que ser una teoría dotada de los más acentuados caracteres de autenticidad y realismo que le pueda imprimir un científico social respetuoso de la verdad y la realidad.
Por último, tal teoría debería vincular el “ser” con el “debe ser”, mostrar el efecto de hechos y políticas específicos sobre los principales valores sustentados por los hombres en la cultura occidental y señalar la significación de algunos de nuestros valores principales para las opciones específicas en cuanto a políticas a seguir.
Además, debería mostrar qué políticas pueden resultar compatibles con la búsqueda de una escala más amplia de valores, y qué valores pueden resultar más compatibles con otros en la práctica política.
Finalmente, una teoría madura de esta clase debería ayudarnos a identificar pautas de valores y acción políticos que sean viables, capaces de desarrollo y creadoras.
Hoy no existe tal teoría, hay ideologías y filosofías políticas corrientes, aunque alguna de ellas pretenda ser “perenne”. Disponemos de teorías e ideas importantes en diferentes campos de las ciencias sociales. Hay importantes elementos en los descubrimientos y en la filosofía de las ciencias naturales que podrían ayudarnos en la tarea.
Existe la gran tradición de la política clásica, desde los antiguos hasta nuestro tiempo, e importantes e imponentes tentativas de síntesis por parte de autores contemporáneos.
Sin embargo, parece claro que aún tenemos frente a nosotros una tarea por proseguir, para elaborar y desarrollar una teoría de la política que resulte amplia, coherente, aplicable y —tal es nuestra esperanza— cada vez más eficaz.
El desarrollo de ese bloque de pensamiento, comparable con los de la teoría económica, las teorías de la evolución y la genética en biología o, para tomar en caso extremo coma la física teórica, será el resultado de muchas etapas y el producto de muchas mentes.
Ciertas aportaciones individuales resultarán más fundamentales o amplias, y así descollarán más que otras, pero incluso aquellas se convertirán en contribuciones limitadas a la tarea conjunta y continuada de muchos pensadores, vivientes y del pasado.
Este libro ofrece a lo sumo algunos elementos constitutivos de tal aporte. Incluye un conjunto de consideraciones e ideas que pueden ser importantes para la tarea de reorganización y reinterpretación del pensamiento político, y para la construcción futura de una teoría de la política más específica y amplia.
Estas páginas presentan sobre todo conceptos, proposiciones y modelos derivados de la filosofía de la ciencia, y específicamente de la teoría de la comunicación y el control, —designada a menudo con el término “cibernética” de Norbert Wiener—, que esperamos que resulten importantes para el estudio de la política y sugestivos y útiles para el eventual desarrollo de una teoría política orgánica más adecuada o menos inadecuada a los problemas de las últimas décadas del siglo XX…
Durante mucho tiempo y con asiduidad, los hombres se han preocupado por el poder de los gobiernos, de la misma manera en que ciertos observadores tratan de determinar el poder muscular de un caballo o de un atleta. Otros escribieron las leyes e instituciones de los Estados, de la misma manera, como los anatomistas describen el esqueleto o los órganos de un cuerpo. Este libro se preocupa menos por los huesos o músculos del cuerpo político que por sus nervios: sus canales de comunicación y decisión.
Este Libro sugiere que sería provechoso considerar el gobierno no tanto como un problema de poder, sino más bien como un problema de conducción. Y pretende mostrar que la conducción es fundamentalmente un problema de comunicación.
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