Por Carlos Fernando Castañeda Castro
La influencia positivista en el Perú puede ser considerado como la sucesión de pensadores aislados que no llegaran a conformar una corriente coherente de positivistas, debido a las múltiples influencias que recibieron nuestros intelectuales de otras corrientes de pensamiento, incluso incompatibles con la concepción positivista en Europa.
Por tal razón, es necesario establecer como puntos de muestra a determinados autores, representantes que pensaron en función del acontecer político-social, buscando sus puntos de encuentro, así como sus divergencias.
Tomando como ejemplo a Manuel Gonzáles Prada, Javier Prado y Ugarteche y Manuel Vicente Villarán, podemos establecer en el pensamiento político algunos puntos “coincidentes” que son los siguientes:
- Cierta repulsa por lo hispano, tratando de encontrar un nuevo espejo en el cual reflejar al Perú.
- Coincidencias en la visión del problema del indio y en el reconocimiento que el problema no es racial, sino económico y social.
- La necesidad en general de cambiar la mentalidad del peruano, mediante la educación, la industrialización, la verificación de las diversas nacionalidades y la búsqueda de un sistema de gobierno coherente y estable que no había tenido el Perú.
Como puntos discrepantes podemos establecer dos ámbitos, uno desde el punto de vista doctrinario y el otro, sobre las propuestas de cambio en lo social y político.
En el ámbito doctrinario son notorias las incoherencias y diferencias de los autores mencionados (Prado, Villarán y Gonzáles Prada) ya que cada uno de ellos en el transcurso de su vida abrazó la concepción positivista, dejándola después de encontrar incompatibilidades entre el positivismo y el conjunto de creencias internas que manejaban previamente (catolicismo).
En el caso de Gonzáles Prada —aunque la cátedra nos dijo que hay un paso entre el positivismo al anarquismo— conocemos de él su adhesión al positivismo para luego abandonarlo por el anarquismo radical, actitud en tanto incomprensible si se toma como referencia al positivismo europeo y la percepción que se tomó aquí en el Perú.
Ello debido a que el positivismo europeo pretendía de alguna manera romper definitivamente con el conjunto de creencias humanas para solo preocuparse por los hechos positivos, además de tener una ferviente creencia en la idea del progreso constante de la sociedad, como respuesta a los acontecimientos de la Revolución Francesa.
Es decir era un poco la respuesta conservadora a un proceso violento que pretendía sentar las bases para un consenso o equilibrio en Europa.
Sin embargo, Gonzáles Prada se desvía hacia el anarquismo, posición extremadamente radical que buscaba romper con toda las cadenas que ataban al hombre, es decir abolir el Estado, implantar el libre albedrio y establecer una sociedad sin organización, ni normas.
Prácticamente Gonzáles Prada fue durante su vida de extremo a extremo en lo referente a su pensamiento socio-político.
Casos similares pero en otras direcciones fueron los casos de Javier Prado y Ugarteche y Manuel Vicente Villarán quienes por haber roto con las enseñanzas escolásticas, una vez que se hicieron positivistas regresaron a las concepciones idealistas más extremas, por lo que se les considera como parte de los pensadores conservadores en el Perú.
Ellos no supieron comprender el sentido del positivismo, ya que la filosofía escolástica, sus influencias de la filosofía idealista y su fe católica iban en contra de la concepción positivista.
Por ello podemos conceptuar al positivismo peruano con las siguientes características:
- Positivismo mezclado con concepciones filosóficas idealistas como por ejemplo el Bergsonismo.
- No se generó una corriente uniforme de positivismo en el Perú, sino más bien fueron formas dispersas y diversas de positivismo en un principio, para luego desviarse a posiciones extremas con relación al positivismo (idealismo, escolástica, catolicismo, Bergsonismo).
- En el ámbito del pensamiento social, existieron coincidencias con referencia al problema del indio, la educación y la unidad del Estado-nación,
- Una de las posibilidades del aborto del positivismo en el Perú, quizás se debió —además de lo expuesto— a los resultados adversos de la guerra que libró el Perú y Chile.
- El positivismo en el Perú no dio la oportunidad de separar el conocimiento científico del filosófico, sino que se impuso las concepciones filosóficas idealistas menos propensas al cambio.