Los movimientos subversivos, aprovechan cada una de las cualidades del terreno, así, terrenos como nuestras zonas andinas y medianamente pobladas son tan adecuadas como las zonas urbanas y semiurbanas. Lo importante del tipo de terreno, radica en la posibilidad que le permite al subversivo, desaparecer rápidamente luego del atentado, así, edificios, túneles vías de comunicación, etc., les facilita en la zona urbana la infiltración casi segura, haciendo difícil su captura. Los movimientos del subversivo en la zona urbana son imperceptibles, y es imposible ──a simple vista── distinguirlos del resto de la población. El anonimato en la zona urbana es el factor decisivo.
Otra de las ventajas de la zona urbana, es la posibilidad de acceder a los canales de comunicación con suma facilidad y finalmente, en la zona urbana, hay más blancos potenciales que atacar, por lo que, para el ejército regular se le dificulta su accionar de protección de la propiedad pública y privada.
La zona rural con vegetación y/o características geográficas que permitan la protección del accionar subversivo, son los adecuados para realizar la guerra irregular, si el terreno es plano sin protección, sólo será posible realizar las acciones subversivas en la oscuridad de la noche, para permitir suplir las características de este tipo de terreno.
Densidad poblacional: La guerra irregular sólo se puede librar allí, donde haya dos de las siguientes condiciones en función a la densidad poblacional. Primero, donde la densidad de la población es tan baja, que impide la vigilancia o la hace muy improbable, característica de los pueblos y caseríos de las zonas andinas; y segundo, allí donde la densidad poblacional es alta, como las zonas urbanas, en donde el subversivo pasa desapercibido. El subversivo requiere pues, soledad o masa para desarrollar su accionar violentista.
La densidad poblacional mediana, le es perjudicial, poblados medianamente poblados, donde toda la población se conozca, le imposibilita pasar desapercibido y puede ser fácilmente identificado. Donde el guerrillero pueda ser observado y reconocido, difícilmente tendrá posibilidades de éxito, ni la simpatía, ni el miedo de la población puede suplantar esas condiciones adversas para el subversivo.
Estructura del aparato subversivo: Constituido o no en «partido político», un movimiento subversivo que practica la guerra irregular básicamente se organiza en cuatro (4) ramas: Organización, Agitación y propaganda, Acción e Inteligencia.
Organización: Ella es la formadora, se construye toda la estructura organizativa y se la vincula con los objetivos del movimiento subversivo. Aquí tenemos, la infraestructura política, las organizaciones de masas (legales) las unidades regionales y operativas, la unidad de financiamiento, etc.
Agitación y propaganda: Se prepara la propaganda y la contra-propaganda en la lucha subversiva. Se formula un plan general de propaganda que se desarrolla como se desenvuelvan los acontecimientos, aprovechando las ventajas propias y las desventajas del enemigo.
Se organiza, coordina y dirige las actividades clandestinas y legales que se desarrollan en la guerra irregular. Estamos hablando desde huelgas, paros y manifestaciones callejeras; hasta atentados, sabotajes y asesinatos selectivos.
Mientras que, la inteligencia trabaja de manera independiente, y no tiene contacto directo con el resto de la organización, su misión es proporcionar toda la información del bando enemigo e investigar el accionar de los miembros de la organización subversiva. Su vínculo es directo con el escalón más alto del movimiento subversivo; es decir la dirección central.
Etapas de la guerra irregular
A pesar de que no hay acuerdo, sobre cuáles son las etapas o fases de la guerra irregular, se precisan generalmente 3 etapas o fases en el proceso de desarrollar una guerra irregular, cualquiera sea su motivación, sea ideológica, de liberación, como complemento de guerra convencional o nuclear.
Etapa política
La preparación de la guerra irregular tiene lugar cuando un grupo de personas se unen para conspirar y preparar la guerra irregular. Conspiración significa compromiso, obligación moral de alcanzar un objetivo y estos hombres son los que inician el proceso. Los conspiradores iniciales, son los que dan vida y forman la organización.
El conspirador, es un líder y debe poseer las características de este, debe querer y poder dirigir la guerra, y para ello rompe todo vínculo con su pasado, recreando su vida con el fin de alcanzar su objetivo. Los potenciales conspiradores son los sacerdotes, los militares, los académicos y los estudiantes. Ellos por diferentes motivos son los que, en la mayoría de los casos, han organizado los movimientos subversivos.
La conspiración puede ser de dos diferentes formas; una conspiración unificada y otra dispersa, la primera se refiere a grupos que se organizan para desarrollar procesos políticos subversivos; mientras que los segundos, se caracterizan por grupos que intentan organizar fuerzas para desalojar a un ejército invasor.
Las tareas principales en esta etapa son: La organización, el adoctrinamiento, el armamento y la propaganda.
La organización: Significa poner en actividad y preparar la organización para la guerra irregular. Esto implica poner en operación los 4 elementos de la organización, preparar a los militantes y capacitarlos en las tareas que se les encargarán en el futuro. Escuelas de dirigentes y adoctrinamiento; así como el entrenamiento militar, que consta de manejo de armas, explosivos y elementos básico de psicología, para que desarrollen sus actividades lo más adecuadamente posibles, es decir convencidos de que su guerra es «justa», que las muertes que causan «son necesarias» y que la destrucción que ocasionan, «sólo sirven para minar la capacidad operativa del enemigo».
El adoctrinamiento, es y debe ser constante, cada día debe reforzarse la convicción de los subversivos en la justificación de su lucha, para ello las mujeres juegan un papel de importancia en la capacitación de los subversivos y de los potenciales subversivos que viven en las zonas de influencia de la guerrilla. Así Ernesto Guevara dice al respecto: «tarea de gran importancia de la mujer es el de enseñar las primeras letras e incluso la teoría revolucionaria, a los campesinos de la zona, esencialmente, pero también los soldados revolucionarios. La organización de escuelas, que es parte de la organización civil, debe hacerse contando fundamentalmente con mujeres que pueden inculcar mayor entusiasmo a los niños y gozan de más simpatía de la población escolar».
Otra de las tareas es la de conseguir el armamento, principalmente se lo consigue de fuentes clandestinas y de los encuentros que se tiene con las fuerzas del orden. El tipo de armamento para la guerra irregular es liviano, no se concibe tener tanques y nada por el estilo, básicamente son fusiles, ametralladores, bazucas, lanza cohetes, granadas y armas de fabricación caseras, para utilizarse de acuerdo con la operación subversiva que se realizará.
La propaganda: Quizás lo más importante consiste en desarrollar un plan de propaganda tendiente a tres objetivos: a) propaganda dirigida a los militantes y convencidos; b) propaganda dirigida a los ciudadanos indecisos; c) propaganda dirigida contra los miembros de las fuerzas armadas, los líderes de opinión y el cuadro administrativo del Estado.