Cuatro son los pilares sobre los cuales reposa la construcción de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN): la cooperación política, la integración comercial y complementación productiva, la integración energética, y la integración física.
Entre otros beneficios, su concreción permitirá que los países que la integran no sólo ganen posibles mercados para sus productos, sino también fuerza política en los escenarios multilaterales e internacionales.
Para que esto sea posible, la CSN no debe reemplazar a la CAN y al MERCOSUR; por el contrario, éstas deberán aportar sus fortalezas, al tiempo que profundizan sus respectivos procesos de integración y buscan profesamente su convergencia.
Los procesos de integración en el mundo han avanzado en las dos últimas décadas. La mayor parte de los países ha comprendido que el acceso exitoso a la globalización requiere de la pertenencia activa a unidades de integración regional o subregional. Incluso las grandes potencias económicas, entre las cuales se cuentan los Estados Unidos, China y los principales países europeos, lo han entendido así.
Por ello, no es de extrañar que los países de América del Sur también hayan asumido que un proceso de integración, gradual y ampliado es crucial para el futuro de nuestros pueblos. Ninguno de los doce países de Sudamérica tiene posibilidades plenas en el mundo contemporáneo si da la espalda a la región.
Todos así lo han comprendido y en la actualidad, como lo hacen los países del NAFTA o de la Unión Europea, buscan asociaciones en las cuales se espera que todos ganen el valor agregado de la concertación, la cooperación y la integración.
La Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) es una organización intergubernamental que busca promover la integración y la cooperación entre los países de América del Sur. Fue creada el 8 de diciembre de 2004 en Cusco, Perú, mediante la firma del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) por parte de los 12 países sudamericanos en ese momento: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
El objetivo principal de la CSN es fortalecer la integración regional en áreas como el comercio, la infraestructura, la energía, la educación, la salud, el medio ambiente y la seguridad. Busca promover la cooperación política, económica, social y cultural entre los países miembros, con el fin de avanzar hacia una mayor unidad y desarrollo sostenible en la región.
La CSN tiene una estructura institucional compuesta por diversos órganos y mecanismos de toma de decisiones. El órgano principal es el Consejo de jefes de Estado y de Gobierno, donde se reúnen los líderes de los países miembros para discutir y tomar decisiones sobre temas de interés común.
También cuenta con un Consejo de ministros de Relaciones Exteriores y una Secretaría General encargada de la coordinación y el seguimiento de las actividades de la organización.
Tipo de documento: Artículo | Editorial: Pontificia Universidad Católica del Perú