En el artículo juicio moral y acción política su autor Peter L. Berger nos propone discutir la relación que existe entre el poder y la virtud.
Berger nos recuerda que es un tema antiguo y moderna a la vez, ya que los filósofos políticos desde Platón en adelante han debatido el tema. En este ensayo, uno de los más eminentes sociólogos de los Estados Unidos exhorta a los políticos a actuar con “la ética de la responsabilidad” (parafraseando a Max Weber) y a considerar las consecuencias morales de sus actos.
Sostiene que los sociólogos, capacitados en la disciplina del análisis objetivo, pueden ayudamos a ver con mayor claridad estas opciones éticas. Los sociólogos, dice, son desenmascaradores profesionales, versados en el “arte de la desconfianza”, hábiles para “ver debajo detrás de las apariencias de la vida social”.
Con el artículo Juicio moral y acción política, Berger quiere demostrar que la perspectiva sociológica puede ser útil para cualquier persona que actúe políticamente y que dicho accionar sea moralmente responsable.
El autor parte de la propuesta de Max Weber enunciada en la conferencia denominada “La política como vocación” en la que se hace la distinción entre la ética de la actitud y la ética de la responsabilidad.
En este caso, Berger sostiene que desde el punto de vista del individuo y actuando en su esfera personal, éste puede actuar en torno a la ética de la actitud, que consiste en valorar los hechos sobre la base de los preceptos morales y creencias personales que tiene.
Sin embargo, el autor afirma que, el individuo actuando como actor político, no sólo debe considerar su ética personal, sino que además debe considerar la ética de la responsabilidad, que consiste en incorporar en su análisis de la toma de decisiones, los medios, los fines y las consecuencias de los resultados.
Es decir, se debe considerar que cuando un político toma una decisión, esta tendrá consecuencias empíricas, reales y directas sobre la vida de las personas, por lo que, no basta considerar las propias creencias, sino introducir las demás consideraciones del caso, aunque incluso estas contradigan las apreciaciones valorativas del actor político.
A partir de estas premisas, Berger va a plantear casos empíricos fruto de su propia experiencia en las que el juicio moral y la acción política van a encontrarse de manera disímil.
Por eso, allí radica la utilidad de la sociología, ya que ayuda a desentrañar no solamente los hechos que se narran, sino también los intereses y perspectivas de los actores en el contexto social específico.
Finalmente, una frase que encierra el argumento del autor respecto de la ética de la responsabilidad, el juicio moral y la acción política: “La parte difícil es idear formas en que este bien pueda ser realizado sin costos exorbitantes y sin consecuencias que nieguen el bien. Por ello, la ética de la responsabilidad debe ser cautelosa y calcular una masa perennemente incierta de medios, costos y consecuencias”. (Berger, 1989)
Tipo de documento: Artículo | Editorial: Revista Facetas