Los cinco picos fueron, mi bautizo de fuego, debo confesar, caramba, que para mí eso era un juego. Pero después se terminó, se fue mi adolescencia, porque con mis cuatro bocas, se reafirmó mi conciencia. Dónde yo nací ¡eh!, dónde me críe, dónde me formaron caramba, cómo vine aquí.
En el centro de la Isla, enfrenté al enemigo, me sobraban razones para haberme curtido. Mi gran amor y otros amores, fueron mi gran conquista, entre familia y patria, me llenaban de dicha. Dónde yo nací ¡eh!, dónde me críe, dónde me formaron caramba, cómo vine aquí.
Pero fue que una dicha mayor, me obligaba a marchar, acaso algún dolor, algo iba a desgarrar, mas siempre fue mejor luchar. Un homenaje, para tu ausencia, lo llenas todo, con tu presencia. Un homenaje, para tu ausencia, lo llenas todo, con tu presencia.
Los años que han pasado, definieron mi suerte, la vida que he llevado, tiene un poco de muerte. Termino aquí, renazco allá, y en un corto saludo, la patria me visita y otra vez quedo mudo. Dónde yo nací ¡eh!, dónde me críe, dónde me formaron caramba, cómo vine aquí.
Quizás el tiempo pueda decir, si al fin regresaré, y lo pienso en inglés, acaso en español, lo grito hasta en francés: ¿quién soy? Un homenaje, para tu ausencia, lo llenas todo, con tu presencia. Un homenaje, para tu ausencia, lo llenas todo, con tu presencia.
¡Oh! Mi esperanza cantado, bienvenidas y hasta luego, con el alma rescatado, mis esperanza de fuego. La experiencia nos ayuda a corregir los errores, el recuerdo de la lucha, hoy te traigo en mis canciones. Dónde quiera que yo vaya, llevaré dentro mi gente, los que siempre en mi creyeron y forjaron mi presente.